Eliminar el plástico de un solo uso ayudará a reducir notablemente la contaminación, pero no significa necesariamente que sea la mejor acción frente al cambio climático. Usar otros materiales en sustitución del plástico puede conllevar mayores emisiones de CO2.

A partir del 1 de enero de 2021 la Directiva del Parlamento Europeo prohibirá el uso de productos de plástico de un solo uso, así como pajitas, bastoncillos, platos, cubiertos y envases para alimentos. El plástico ha invadido nuestras vidas y se ha convertido en una amenaza principal para el planeta.

El informe de Green Alliance Plastic promises. What the grocery sector is really doing about packaging pone en duda el uso de materiales más sostenibles, compostables o biodegradables como solución al uso desmesurado de productos de plástico de un solo uso. La presión social hacia las empresas, principalmente los supermercados, por su actitud frente al plástico, ha llevado a los establecimientos a tomar medidas frente a los envases de sus productos en venta. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los nuevos materiales utilizados, como el plástico compostable o biodegradable, el papel o el algodón, no siempre son una opción más beneficiosa para el planeta que el plástico. 

Los tipos de envase alimentario que más preocupan a la sociedad van encabezados por los envoltorios de plástico, por ejemplo, de caramelos o patatas fritas, y después le siguen: bandejas de plástico, bolsas de plástico, rollo film o tapones de plástico, botellas de plástico, macetas de plástico, tetra briks y latas de metal o aluminio.

green alliance packaging

La polémica frente a las bolsas de plástico ha llevado a los supermercados y comercios a ofrecer bolsas de plástico biodegradable o de otros materiales. Aunque, las ventajas dependen de cuáles sean tus prioridades. Si tu principal preocupación es la contaminación de los mares y oceános y el peligro que suponen los envases de plástico en la vida marina, entonces tu preferencia será evitar las bolsas de plástico. Sin embargo, la fabricación de materiales como el papel o el algodón a veces conlleva mayores emisiones de COque la fabricación de bolsas de plástico. Estaremos haciendo un uso correcto de los materiales alternativos al plástico siempre y cuando su reutilización y tratamiento posterior se hagan adecuadamente.

Según el informe Life Cycle Assessment of grocery carrier bags del Ministerio de Medio Ambiente y Alimentación de Dinamarca, las bolsas deben reutilizarse tantas veces como sea posible y finalmente usarlas como contenedor de basura. Esta opción es mucho mejor que tirarla para su posterior tratamiento. 

Un estudio de la Asamblea de Irlanda del Norte afirma que fabricar una bolsa de papel requiere cuatro veces la energía necesaria para producir una bolsa de plástico. Para que el impacto de una bolsa de papel sea mucho menor al del plástico, esta debería reutilizarse unas 43 veces. Si utilizamos bolsas de algodón, debemos tener en cuenta que su eficiencia estará directamente relacionada con el número de veces que las reutilicemos, que debería comprender una media de 149 veces.

El impacto ambiental relacionado con la producción de una bolsa de algodón orgánico es considerablemente más alto que el de una bolsa de algodón convencional. Esto se debe a que la producción de algodón orgánico implica el uso de productos químicos, como fertilizantes y pesticidas, lo que disminuye el rendimiento del cultivo y requiere más recursos y tierra para producir la misma cantidad de algodón que en los procesos de cultivo de algodón convencional.  

Las bolsas con menor impacto en el cambio climático son: las bolsas de papel, de biopolímero y de LDPE (bolsas de plástico de baja densidad). Y el mayor impacto lo causan las bolsas de algodón orgánico, principalmente por el coste ambiental en su producción.