Si colocas reductores de caudal en todos los grifos de tu establecimiento puedes conseguir que el consumo de agua se reduzca hasta en un 50%.
El vidrio tiene muchas vidas. Prioriza la reutilización del vidrio, es más ecológico y su impacto ambiental es inferior al producido por los envases de un solo uso.
Se pueden reducir el consumo eléctrico y las emisiones de CO2 asociadas, hasta en un 50%, respecto a las instalaciones que carecen de estos sistemas.
Las bombillas LED permiten ahorrar hasta un 90% de la energía eléctrica consumida en comparación con las bombillas incandescentes, con la misma calidad de luz. La mayor inversión inicial se compensa por la vida útil más amplia que la de las convencionales.
Se puede ser "neutro en carbono" compensando la huella de carbono que no se ha logrado reducir realizando una aportación voluntaria de una cantidad económica a proyectos que consiguen absorber o reducir una cantidad de CO2 equivalente. Además, los proyectos ayudan a reducir la pobreza o mejoran la economía rural. Pero si quieres dar un paso más y tu establecimiento lo permite, anímate a instalar placas de energía fotovoltaica o cualquier otra fuente de energía renovable para generar tu propia energía e iniciarte en el autoconsumo. Anímate a borrar tu huella.
Descubre la huella que deja tu actividad, tus productos o tus eventos. El cálculo de la huella de carbono es el primer paso para poder conocer las fuentes de emisiones de CO2 de una entidad, un producto o un evento. De esta manera, la huella de carbono permite identificar las medidas más eficientes a implementar para reducir las emisiones y consolidar la estrategia corporativa de acción frente al cambio climático.
Los productos de usar y tirar generalmente tienen una vida útil muy corta y suelen estar fabricados con materiales como el plástico o el poliestireno cuyos procesos de transformación son intensivos en el consumo de energía y, por tanto, en la generación de emisiones de CO2. En la Unión Europea el 40% del plástico y el 50% del papel que se consume se destina a la fabricación de envases, se fabrican 2.025 millones de envases de comida y bebida para llevar, equivalentes a 20.000 toneladas de residuos. La mejor opción es el uso de productos reutilizables por su menor impacto en el clima. En el caso de materiales hechos a partir de papel, utiliza papel con certificación FSC y garantizarás que están hechos a partir de madera de bosques gestionados de manera sostenibles.