Si colocas reductores de caudal en todos los grifos de tu establecimiento puedes conseguir que el consumo de agua se reduzca hasta en un 50%.
¡El goteo de un grifo representa el despilfarro de 30 litros al día, es decir más de 10.000 litros al año! Chequea tus aparatos sanitarios, revisa tus hábitos de consumo y decide los cambios tecnológicos necesarios.
Estamos acostumbrados a descongelar o limpiar los alimentos bajo el agua corriente. A veces es tan fácil como cerrar el grifo y pensar en otra forma de hacer las cosas para empezar a ahorrar agua.
Sustituye la limpieza a fondo por limpiezas regulares. Las máquinas limpiadoras te ayudarán a ahorrar agua en tu establecimiento.
El vidrio tiene muchas vidas. Prioriza la reutilización del vidrio, es más ecológico y su impacto ambiental es inferior al producido por los envases de un solo uso.
El papel que se recoge y se recicla al año en España supone un ahorro de espacio en vertedero equivalente a 44 grandes estadios de fútbol llenos hasta arriba de papel y cartón. Recogemos para reciclar el 71% del papel que utilizamos.
Por cada botella de vidrio que se recicla se ahorra la energía necesaria para tener un televisor encendido durante 3 horas.
Reciclar un envase grande de yogur ahorra la energía necesaria para mantener encendida una bombilla durante 1 hora. ¿Imaginas lo que puedes conseguir reciclando toda la basura de tu establecimiento?
Se pueden reducir el consumo eléctrico y las emisiones de CO2 asociadas, hasta en un 50%, respecto a las instalaciones que carecen de estos sistemas.
Las bombillas LED permiten ahorrar hasta un 90% de la energía eléctrica consumida en comparación con las bombillas incandescentes, con la misma calidad de luz. La mayor inversión inicial se compensa por la vida útil más amplia que la de las convencionales.
Durante el lavado manual de 140 piezas de vajilla se consume una media de 106 litros de agua y 2,3 kWh, con el lavavajillas a carga completa solo 20 litros de agua y 1,2 kWh. Aprovecha hasta el último hueco.
Colocando cada 15 m 2 interruptores que permitan la iluminación de manera zonificada, en vez de en toda la superficie del establecimiento, podemos reducir el consumo eléctrico y disminuir las emisiones de CO2 al ajustar las necesidades de luz al espacio utilizado. La reducción conseguida equivale al CO2 que se emite en un viaje en coche de 160 km.
Es posible contratar comercializadoras que solo compran energía en el mercado eléctrico que haya sido generada en centrales de producción con fuentes de energía renovable. La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) otorga el certificado de origen renovable a estas centrales.
El 50% de los viajes en coche en la ciudad son inferiores a 3 kilómetros lo que supone un tiempo de unos 10 min en bicicleta. Además de incentivar el uso de los servicios de bicicleta compartida que ya operan en muchas ciudades españolas, puedes implementar otras medidas como crear aparcamientos para bicis o un espacio donde guardar sillines y cascos. Quizás también puedas hacer promociones para clientes que vayan a tu establecimiento en bici: ¡el medio ambiente puede ser una diferenciación en positivo!
El desperdicio de alimentos, además de las cuestiones éticas, supone un impacto en el medio ambiente y una enorme pérdida de recursos como agua, superficie agrícola y energía, que se emplean para producir los alimentos que finalmente se tiran. Ten en cuenta que el desperdicio alimentario es la tercera fuente mundial de CO2 tras EEUU y China.
Los productos de usar y tirar generalmente tienen una vida útil muy corta y suelen estar fabricados con materiales como el plástico o el poliestireno cuyos procesos de transformación son intensivos en el consumo de energía y, por tanto, en la generación de emisiones de CO2. En la Unión Europea el 40% del plástico y el 50% del papel que se consume se destina a la fabricación de envases, se fabrican 2.025 millones de envases de comida y bebida para llevar, equivalentes a 20.000 toneladas de residuos. La mejor opción es el uso de productos reutilizables por su menor impacto en el clima. En el caso de materiales hechos a partir de papel, utiliza papel con certificación FSC y garantizarás que están hechos a partir de madera de bosques gestionados de manera sostenibles.
El consumo de productos realizados con materiales reciclados tiene un menor impacto en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida. Estos productos cumplen la misma función que un producto no reciclado y alcanzan las mismas o mejores cuotas de calidad y de satisfacción para el usuario. Generan menos emisiones de CO2 porque la mayoría de productos y materias primas procedentes de materiales reciclados necesitan en su obtención menos energía que los procedentes del medio natural.
Utilizando proveedores que apliquen criterios de sostenibilidad. Ponlo en valor, los clientes lo valorarán muy positivamente. Prioriza proveedores lo más cercanos posibles y con productos autóctonos.
Ellos también forman parte de tu impacto en el medio ambiente. ¿La buena noticia? Puedes incluir información y señalética para que ellos también se unan contra el cambio climático.